Andaba en busca de algún que otro libro cortito, tipo
relato, para leer en un visto y no visto. Últimamente, al acabar las novelas
que he leído, he sentido cierta añoranza. Vamos, que me da pena, dejar a los
personajes con sus historias ahí, no volver a verlos a no ser que haya una
segunda parte o que haga una relectura. Y no sé por qué pero con los libros
cortos no me pasa. No acabo de familiarizarme del todo con ellos porque los leo
en un pispás y no entablo apenas relación.
Así que, buscando en Internet libros cortitos, recordé que
desde hacía algún tiempo tenía ganas de leer De ratones y hombres, de John
Steinbeck. Me hice con un ejemplar, y lo dicho, dos ratitos. Es una novela muy
cortita, muy sencilla de leer pero muy profunda en su argumento.
George y Lennie son dos trabajadores del campo que deambulan
de rancho en rancho para ganarse un sueldo miserable con el que vivir. La
amistad que les une va más allá de las diferencias que les separan: George es
un tipo listo que cuida de Lennie, “un buen tipo sin sesos” pero trabajador y
fuerte.
George sueña con una pequeña tierra que poseer para ser el dueño de su
propia vida, para poder ir al circo, a una fiesta o un partido de pelota sin
pedir permiso a nadie. Lennie lo que quiere es poder cuidar de los conejos,
darlos de comer.
Sin embargo, aún no han podido reunir el dinero necesario
para ello, ya que Lennie se mete continuamente en problemas de forma accidental,
y siempre tienen que ir corriendo de un lado para otro. Cuando por fin alcanzan
un atisbo de esperanza, de nuevo surge un contratiempo y se verán abocados a
renunciar.
De ratones y hombres es un relato sobre el deseo continuo de
querer estar acompañado y de saberse no rechazado y querido. Es también un reconocimiento a la
amistad con un final que nos dejará helados (aunque lo que George le hace a Lennie amistad, amistad, tampoco).
Amo mucho a Steinbeck, y le tengo ganazas a este en concreto *o*. A ver cuándo retomo con el autor.
ResponderEliminarPues anímate porque es muy muy cortito y se lee de forma ágil. Merece la pena.
Eliminar