La historia de Una semana en invierno comienza y gira en torno a Chicky Starr, una chica de pueblo irlandesa que un día se enamora de un turista americano y se muda a Nueva York con él, rompiendo así el molde tradicional y poco prometedor de la vida que la esperaba en Irlanda.
A pesar de que el amor y el sueño americano tampoco resultaron ser lo prometido, al cabo de muchos años, Chicky Starr regresa a su pueblo natal con un buen dinero y un proyecto para poner en marcha: el hotel Stone Bridge. A su vuelta, además, cuenta con la admiración de familiares y vecinos quienes, si algún día pensaron que Chicky era una loca que volvería pronto y arrepentida de haberse marchado con el americano, ahora admiran los resultados de aquella decisión.
Una vez planteada la historia de Chicky, que es el hilo argumental del libro, Maeve Binchy propone dar sentido a la novela a través de las historias vitales de un elenco de personajes que, de una u otra manera, tienen conexión con Chicky y con Stone Bridge. De esta manera, por las páginas de Una semana en invierno pasan Rigger, el hijo de una de las amigas de la infancia de Chicky; Orla, su sobrina; y una serie de secundarios que llegarán por diversas casualidades del destino a Stone Bridge en la semana de la inauguración. Todos ellos, de una u otra manera, y cada uno con su propia historia, han recalado en este lugar porque el destino así lo ha querido y su estancia les permitirá reflexionar sobre su vida y reconducir su camino.
Esta novela (o compendio de relatos con un hilo argumental) reflexiona acerca de cómo se va conformando una vida a lo largo de los años: alegrías, contrariedades, crecimiento personal, circunstancias, amor, desengaños, rencores,… Y amistad.
Como ya he comentado, está narrada de manera lenta a pesar de que la autora puede resumir 30 años de la vida de un personaje en tan solo unas líneas. Pero la forma en la que está escrita invita a ir de manera pausada, a analizar y a comprender a cada uno de los personajes; a identificarnos con ellos.
El paisaje y las costumbres de la zona rural del noroeste de Irlanda son un reclamo importante del libro. Ya sabéis que me encanta conocer lugares mediante la lectura y, a través de esta novela, el lector descubre la naturaleza y la paz de estas tierras irlandesas. Si estáis necesitados de un descanso, si queréis frenar el ritmo y bajar las pulsaciones, abrir este libro funciona.
La biblioterapeuta recomienda este libro para…
En concreto, Una semana en invierno, de Maeve Binchy, lo recomiendo para aquellos lectores que necesiten un descanso y conectar con ellos mismos y con sus necesidades. La fuerza de parar, de coger aire e impulso para poder continuar hacia delante es primordial o, al menos, yo lo siento así. Hay veces que un par de días de sirven para cambiar el chip.
Este libro también está indicado para echar el freno, para leer lento, sin prisa, para desacostumbrarnos a ir corriendo a todos los sitios. La manera en que está narrado te obliga a bajar las revoluciones y a mezclarte con la sensación de que, en el lugar en el que estás, las cosas van más despacio.
Además, los relatos que conforman la novela nos hablan sobre las circunstancias, tantas como personas; los cambios vitales; la necesidad de empatizar con los demás; la fuerza para superar situaciones adversas e incluso la manera de darle la vuelta a una situación para que juegue a nuestro favor.
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